ZONA DE ALUMNOS

Conectar o no conectar, esa es la cuestión

¿Conoces la historia de Pesesín?

Pesesín es un pequeño pez asturiano en una pecera improvisada (atención a la posdata) que ha estado circulando como loco por las redes estos últimos días. Alguien lo dejó en el portal de una comunidad de vecinos junto con una nota «Me voy de vacaciones, por favor cuiden de Pesesín» y todas las instrucciones para que el pececillo sobreviva este trago veraniego.
 
 
El caso es que los vecinos, aún sin saber a quién pertenecía el pequeño Pesesín, se volcaron en su cuidado y entre todos lo sacaron adelante y de paso lo hicieron famoso.
 
 
¿Qué es lo que hace de esta historia un suceso tan especial? ¿Te lo has preguntado? Porque yo si, y estoy convencida de que a los miles de personas que han seguido y compartido esta historia lo que les hacía vibrar era la conexión. 
 
Vibramos cuando de una manera tan espontánea un montón de individuos se organizan sin normas concretas, sin leyes que estructuren, con un orden que surge espontáneamente del puro deseo de colaborar por colaborar, de ayudar por ayudar, sin ninguna segunda intención.
Vibramos porque algo profundo y ancestral reconoce esa conexión en nuestro corazón.
 ¿No lo ves claro?, echa un vistazo a esto, que también pasó en estos días un poquito más lejos de aquí:
 

 
¿Se te pusieron los pelillos como escarpias? ¿Cantaste? ¿Lloraste? Porque si es así tu corazón si reconoció esta conexión que tan mágica parece y que en realidad está bien profundo grabada en el inconsciente de todo ser vivo. 

¿Acaso no es la misma magia que hace posible fenómenos como este otro?
 

 No somos tan distintos. 

No lo somos. Y ese algo que nos hace parecidos es lo mismo que nos conecta a unos con otros y con nosotros mismos.  

¿Reconoces la sensación de sentir que eres uno con todo lo que te rodea? ¿la has sentido alguna vez?¿Confías en ella?
¿Y la desconexión? ¿sabes reconocer cuando estás desconectado? ¿Sabes qué te desconecta? ¿sabes cómo volver a ese estado de conexión?
 
Más o menos en los mismos días que esta multitud se unía creando un coro inmenso y sublime al que probablemente el mismo Fredy Mercury se unía desde donde esté su alma ahora, otro suceso muy distinto y muy duro tenía lugar en otro festival de música. Teloneando a un grupo musical el arnés de un acróbata se rompió el chaval cayó al suelo desde 50 metros de altura. No sobrevivió y el concierto, el festival al completo, siguió su curso como si nada hubiese pasado.
Los miles de espectadores que lo presenciaron se lo comieron la situación con patatas. Algunos reaccionaron, protestaron, se quejaron, exigieron una reacción, un duelo, un gesto que rindiera homenaje a esa vida que delante de todos se había perdido, que ayudara a asimilar una situación traumática como aquella…  Pero otros muchos no reaccionaron y ni siquiera lo saben. Pasaron del horror a corear las canciones de su grupo favorito en cuestión de minutos. Ignorando que se estaban prestando a la más antigua táctica de insensibilización que existe… Es muy simple, se trata tan solo de no dejar tiempo para procesar las emociones que una situación produce en quienes la viven u observan. Y no se lo dieron. No procesaron, siguieron como si nada y enterraron su capacidad de conectar bien profundo… porque desaparecer el mal trago no desaparece, solo lo corremos sobre él un tupido velo. Y velo tras velo tras velo la capacidad de sentir se nos vuelve más y más extraña, incluso peligrosa. Empezamos a reconocernos más en la insensibilidad y los cálculos de beneficios que en la conexión desinteresada a pesar de ser este último nuestro estado más natural. En fin, que nos vamos desnaturalizando, enfermando, sintiendo más y más apatía por la vida y dejando de ser nosotros, aunque sin saberlo.
 
«Quereis conectar con los animales con las plantas,con los minerales y todos la Naturaleza al completo pero no sois capaces de colaborar en armonía con vuestro vecino» comentó alguna vez la tortuga Manuel en los cursos de Comunicación con Animales que hacíamos en casa. Su mensaje fue integrándose en mi vida y en los cursos y dando paso a un enfoque mucho más holístico y real. 
La magia de Pesesín no es una historia sensiblera sin importancia. Cada historia como la suya merece toda nuestra atención en estos días, porque nos trae el eco de un tesoro del que somos guardianes, nuestra capacidad de sentir y a través del sentir conectar.
La conexión está en la esencia de todo lo que vive. Es de la conexión que florece la vida y en este juego en el que todos estamos involucrados solo existen dos energías de base, aquella que Crea Vida y la que la apaga. Cada uno elegimos cual de ellas se expresa a través de nosotros en cada momento. 
¿Sabes reconocerlas? 
[bctt tweet=»¿Sabes cuando estás conectado? ¿Sabes como se siente el estar desconectado? ¿Sabes como volver recuperar la conexión?» username=»Entrespecies»]
Una persona sensible es una persona despierta y con capacidad para vivir la vida en toda su plenitud, exprimiéndola al máximo, desarrollando todo su potencial. Lo que probablemente no es es una persona fácil de manipular, pero desde luego si es apasionante e inspiradora para todos a su alrededor.
Tal y como yo lo veo, hoy día, cualquier oportunidad para recordar y recuperar esa conexión es oro puro para nuestra especie. Y me consta que nuestros compañeros animales, los que conviven con nosotros en este mundo cada día más extraño, celebran cada paso que damos en esa dirección porque significa estar un paso más cerca de ellos también. Por eso he querido celebrar a Pesesín y su comunidad de vecinos y desear que a partir de ahora cada uno de nosotros encontremos cientos de oportunidades para conectar desde ese misterioso lugar desde el que todos estamos unidos.
“Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte.” -Elie Wiesel-
Bueno, es momento de terminar de escribir y salir hacia Tierra de Gredos. Mañana comienza el Retiro de Verano 2017. Una semana entera donde todo empieza, pasa y termina por conectar. Tarea de valientes.
Nadie dijo que fuera fácil, pero alguien tiene que hacerlo 😉
¡Hasta la vuelta!
Mariví Simona
 
PD:Nunca utilices peceras redondas para los peces. Por la manera en que funciona su percepción del ambiente que les rodea este entorno es una verdadera tortura para ellos, además de poco higiénico.

7 Comentarios

  1. Elena 31 julio, 2017 at 9:12 am - Reply

    guau… que pasada de vídeos. me ha emocionado muchísimo… los pelos de punta con los vídeos seguido con todo lo que cuentas. Qué cierto, tan iguales, tan cercanos…
    Gracias Marivi,
    feliz verano

  2. Miquel 31 julio, 2017 at 7:24 pm - Reply

    Justo ahora vengo del rio de bañarme los pies. He estado unos minutos quieto y tranquilo con el agua hasta las rodillas. Y he empezado a notar algo en los pies. Era algun pececillo que me daba como besos. Si me movia bruscamente se alejaban (habia un montón) pero si lo hacia muy tranquilo y observando se acercaban. Hasta he puesto las manos y estaban a milimetros. Alguien diria que es normal, puede ser. Para mi eran amigos que querian jugar y explorar, como nuestros gatos y perros. Parecian supercuriosos (es su rio!). Ha sido una experiencia maravillosa y pacificadora.

    • Mariví Simona 1 agosto, 2017 at 12:45 pm - Reply

      Yo también estoy este verano disfrutando un montón de las pocas y sus habitantes… del agua entre las piedras y la vida que nos trae. ¡Que lujazo!

  3. richi 15 octubre, 2017 at 3:52 pm - Reply

    hola marivi te escribo por q hay dos pajaritos australianos que son de los inquilinos y los tienen enjaulados, y uno de ellos atravez de señales me ah dicho que los dejemos en libertad, pero lo inquilinos son tercos y no quieren en este caso que se puede hacer, espero tu respuesta con prontitud , gracias

    • Mariví Simona 16 octubre, 2017 at 8:08 am - Reply

      Hola Richi,
      Si los animales no son tuyos poco puedes hacer.
      Aunque te diré que lo mismo, lo que te parece que quiere decirte no es lo que en realidad te dice..eso pasa a menudo.
      La mayoría de los pájaros que viven en cautividad no sabrían sobrevivir en libertad, por lo que , aparte de cuidarlos con cariño y tenerlos en cuenta, poco más se me ocurre hacer, sin conocer la situación a fondo.
      No te sientas mal… trátalos como amigos y estarás ya enriqueciendo su vida.

  4. richi 16 octubre, 2017 at 3:35 pm - Reply

    hola marivi te cuento un poco mas un dia despues de ver a uno de los pajaritos australianos, una tarde con la sombra de un arbol se formo la figura de uno de ellos me llamo la atencion y yo sentia que queria decirme algo asi que le pregunte, eres el pajarito australiano, y con el movimiento del viento que se movia y me dijo que si con su cabeza, luego le pregunte quieres estar libre y otra vez con el movimiento del viento se movia y me dijo que si con la cabeza, lo curioso es que solo se movia cuando le preguntaba, de ahi no supe mas que preguntar y solo le dije que trataria de ayudarlo, despues de unos dias los inquilinos ya ni los sacan al patio estan encerrados en un cuarto y ya ni los veo, lo extraño es que sus plumas de uno de ellos el cual es el que a querido comunicarse comingo an aparecido de la nada en mi cuarto y tambien en el baño, es como si tratara de de decirme con ello que lo ayude y que no me olvide de el y de su compañera, y la verdad es que no se que hacer ni como ayudarlos ya que los inquilinos por mas que les diga que lo liberen no les va intereresar, por ello te pido que los ayudes o como se les puede ayudar

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