ZONA DE ALUMNOS

La despedida de Tiger

Toda despedida es dura, pero ellos nos dan mucho, muchísimo y poder acompañarles de la manera que ellos nos piden y respetando sus decisiones les ayuda a ellos, pero también a nosotros.

Yo lo sabía, y esperaba ser capáz ofrecérselo a Tiger, mi compañero felino durante quince años.
Su enfermedad, un tumor, se había manifestado tiempo atrás pero él mantuvo su vitalidad y sus ganas de vivir. Cuando nos enteramos de su enfermedad habíamos contactado con Mariví y él mismo me hizo saber lo que necesitaba, lo que no necesitaba y durante más de un año siguió disfrutando de su vida en el campo con los caballos, con los perros y conmigo.

Hasta que un buen día lo encontré más apagado de lo normal y dejó de comer. Concerté una sesión de comunicación de nuevo con Mariví para preguntarle y asegurarme de saber cómo se encontraba y qué necesitaba. Así pudo decirme que se encontraba cansado y finalmente sentía que había llegado su momento. Me explicó que aceptaría ayuda para marchar, pues tenía resueltos sus asuntos con la vida y con aquellos que formábamos parte de su vida, y me pidió un día de plazo para terminar de prepararse.

Fue un día intenso, en el que yo saqué el coraje necesario para estar a su lado con amor, sin pensar en mi dolor, simplemente aprovechando esos últimos momentos juntos, celebrando una vez más nuestra amistad con un día más  juntos. Quiso salir al jardín a beber agua del cubo de los caballos, le encantaba beber de allí y observar a los caballos.  Lo cogí en brazos y le di un paseo por toda la finca, los perros nos acompañaron y estuvieron con él cuando llegó el momento.

Al día siguiente el veterinario vino a casa. Así lo quiso él.

Cuando el veterinario se marchó, yo lloraba desconsolada a su lado, en el jardín. A pesar de saber durante tanto tiempo que aquel día llegaría el dolor me resultaba insoportable, y la idea de mi vida sin él a mi lado imposible de entender… No podía parar de llorar.

De repente una golondrina empezó a volar por encima de mi, cantando fuerte, casi chillando, hasta que le presté atención. Fue sólo entonces cuando me di cuenta que volaba en ochos sobre mi cabeza, llamándome, explicándome…

¿Podía ser? Mi corazón me decía que lo que estaba ocurriendo era un último mensaje de Tiger… Sin saber muy bien porqué empecé a calmarme, sentí una serenidad enorme y la golondrina también empezó a calmarse y distanciar su vuelo, iba y venía, ya más tranquila, hasta que paró en una cuerda muy cerquita de mí.

Mientras seguía volando sobre mí, grabé unos segundos con el móvil para enviárselo a Mariví, sabía que ella iba a entender lo que había ocurrido.

Tardé unos los días en darme cuenta, en el vídeo se apreciaba con aún más claridad lo que mi corazón sintió al verla volar… Durante todo su vuelo sobre mi cabeza una pequeña luz súper brillante acompañaba la golondrina, jugando con ella en su vuelo. Allí con la golondrina estaba él, no había desaparecido, su vida no se había perdido, él estaba bien y continuaba, ahora volando felíz, avisándome que no había razones para llorar, ni una sola…

Gracias Tiger y gracias Entrespecies!!❤️

Aquí os dejo el vídeo 😉

Por Cristina Fabregat

13 Comentarios

  1. Miriam 4 mayo, 2017 at 8:45 am - Reply

    Preciosa historia… me ha tocado el corazón… un abrazo

    • Estefanía 4 mayo, 2017 at 9:13 am - Reply

      Gracias Cris. Espero el día quebse marchen los de casa, poder ayudarlos así de bien. Un abrazo

  2. Susana 4 mayo, 2017 at 9:28 am - Reply

    Sólo espero pasar por esto muy tarde pero cuando sea quiero q sea así de precioso. Gracias x compartir preciosa historia.

  3. Teresa 4 mayo, 2017 at 9:43 am - Reply

    Emocionada. ?

  4. Silvia 4 mayo, 2017 at 12:02 pm - Reply

    Gracias por compartir tu historia , llore , cuesta tanto pensar la vida sin el amor incondicional que nos dan , como se hacen querer estos delincuentes de cuatro patas !!!

  5. Rachel Thalmann 4 mayo, 2017 at 12:59 pm - Reply

    Cris, miré el video antes de leer tus bonitas palabras – y entendí lo que era la luz enseguida…qué privilegio que fuera tan evidente….y tu descripción de los ochos de la golondrina…que el 8 es el simbolo de la infinidad…Gracias por compartir, un abrazo, Rachel xxxxxx

  6. Marta 4 mayo, 2017 at 3:31 pm - Reply

    Magistral Cris! Gracias por compartir, sencillamente no nos damos cuenta, pero siempre están allí, sólo que de otra forma,
    Cuesta creer, pero si miras con el corazón, lo sientes.. Espetacular que hayas grabado para siempre acordarte de eso.
    Gracias

  7. Patricia 4 mayo, 2017 at 3:52 pm - Reply

    Un fuerte abrazo!! gracias x compartir, Aqui, en este grupo, lloro de emoción, no se guarda ♥

  8. Carmina 5 mayo, 2017 at 9:10 am - Reply

    Magnífico! Que privilegio poder ver con los ojos mundanos lo que nuestra alma desea y sabe que es real.
    Un abrazo muy grande Cris y muchas gracias por compartir.
    Muchas gracias a Entrespecies por conectarnos en Amor.

  9. Cris 7 mayo, 2017 at 12:17 pm - Reply

    Gracias a todas por vuestros comentarios, la verdad es que me emociona mucho contar esta historia aquí, compartirla con vosotr@s y todos los comentarios! y sé que a Tiger también! <3
    Cuando se van siempre es duro, pero de esta manera, como digo, les ayudas a ellos y aunque parezca que no, a uno mismo, y Tiger se encargó de hacérmelo saber… También decir que, sin duda alguna, si no hubiera sido por las comunicaciones con Mariví y sus cursos, no hubiera sido capaz quizá de ver esta señal por muy clara que fuera, enseñándome también a abrir el corazón y ser capaz de ver estas señales.
    Gracias a vosotr@s!!! 😉

  10. Paqui 13 mayo, 2017 at 3:26 pm - Reply

    Muchas gracias por compartir esta historia. La verdad que me he emocionado. No tengo palabras.

    • Cris 16 mayo, 2017 at 10:30 am - Reply

      ❤️❤️❤️

  11. Gloria Torres 1 mayo, 2020 at 2:17 pm - Reply

    Una historia maravillosa y emocionante. Te entiendo perfectamente porque yo también perdí a un gato hace casi un año. Una alegría que te diera esa preciosa señal.

Deja tu comentario